Dolores físicos, psíquicos, emocionales, problemas sociales, familiares, laborales o económicos están al orden del día. Los desequilibrios en el exterior hablan de alguna cuestión interior no resuelta, que por alguna razón (generalmente miedo) no se quiere enfrentar.
Aunque nos guste separar y diferenciar, o creer que el problema esté afuera,
el mundo exterior que vivímos está relacionado con nuestro mundo interior más de cuanto imaginamos:
nuestras creencias y nuestros hábitos dan forma a nuestra vida conformando también los sentimientos que experimentamos en ella.
Para mayor armonía en la vida, es necesaria mayor armonía en el interior. Y viceversa.
CREENCIAS Y HÁBITOS QUE ALÍNEAN CUERPO Y ALMA
Un día el emperador Huang Ti pregunta a su médico:
"He oído decir que en los tiempos antiguos la gente vivía hasta alcanzar más de cien años, pero seguían estando activos y no existía decadencia en su actividad. Pero ahora la gente solo alcanza la mitad de esa edad, y lo hace en la decrepitud y la debilidad.
¿Es esto a causa de los cambios en el mundo, de generación en generación?
¿O es la humanidad la que se vuelve negligente (con las leyes naturales)?"
Qi Po - ministro y médico de la corte - entonces le responde:
"Existía templanza en la comida y la bebida.
Sus horas de despertarse y retirarse eran regulares y no desordenadas y descontroladas. Mediante esto, los antiguos mantenían sus cuerpos unidos a sus almas,
para llenar completamente su tiempo asignado, alcanzando los cien años antes de fallecer.
Practicaban la restricción de sus voluntades y reducían sus deseos;
sus corazones estaban en paz, sin ningun temor;
sus cuerpos trabajaban duramente, y sin embargo, no se agotaban.
Su espíritu seguía en armonía y obedentemiente ;
todas las cosas respondían a sus deseos, y podían conseguir todo cuanto deseasen. Cualquier tipo de vestidura les parecía bien.
Se sentían felices bajo cualquier condición.
No les importaba si un hombre tenía una posición superior o inferior en la vida.
Estos hombres merecían ser llamados puros de corazón.
Ningún tipo de deseo podía tentar la vista de esta gente pura,
y sus mentes no podían ser confundidas por los exceso, ni por el mal.
(En una sociedad así) no importa si una persona es inteligente o necia, virtuosa o malvada, porque no temerá nada, estará en armonía con el Tao, el camino recto.
Por esto podían llegar más allá de los cien años de edad, y permanecer activos,
sin caer en la decrepitud, puesto que su virtud era perfecta y nunca peligraba."
Huang Ti Nei Jing Su Wen
Así dialogaban el Emperador y su médico sobre la posibilidad de vivir una vida larga, activa, en fuerza y tranquilidad de espíritu.
Una cuestión más actual que nunca, verdad?
Cómo podemos vivir estando mejor? Cómo sentir paz en nuestro corazón, motivación y ilusión en nuestro día a día? Cómo sentirnos llenos en nuestro presente y tranquilos hacía el futuro?
Qi Po decía que los antiguo conseguían vivir una vida llena y larga gracias a hábitos de vida coherentes y simples, además de una actitud mental positíva y confíada:
Restringían sus deseos
Potenciaban sus virtudes
Vivían sin miedo, ni envidia
Llenaban su corazón de paz y gratitud
Fortalecían su cuerpo
Fortalecían la mente para que no fuera manipulable
Vivían felices, apreciando el presente
Hábitos y valores que alinean cuerpo y alma: será la estratégia perfecta hacía la paz interior y el equilibrio en la vida? Creo que valga la pena probar.
CREENCIAS Y HÁBITOS PARA ESTAR BIEN
El primer paso hacía una vida más llena y armónica parece ser la asunción de nuevas creencias.
Creer es crear, así que debemos cuidar nuestros pensamientos y tomar el control de esas creencias que están estancadas en nuestra mente y que están generando la realidad o el sufrimiento que vivímos.
El siguiente paso es aprender y aplicar nuevos hábitos que anclen nuestra energía al presente, disipando a poco a poco los miedos y las incertidumbres.
Cómo vamos a sentirnos seguras y sin miedos si nuestra mente nos domina?
Cómo podemos sentirnos enérgicas si nuestro cuerpo está débil?
Cómo podemos estár bien si evadimos nuestros asuntos interiores pensando que no tengan importancia?
Volvamos a mirar hacía dentro para nutrir nuestra energía personal. Creamos en nuestra fortaleza, pensemos con enfoque, sentamos con claridad y actuémos sin miedo. Asumir nuevas creencias y nuevos hábitos nos acompaña a nuestro deseo más genuíno y profundo: estar bien.
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